lunes, 17 de marzo de 2014

Noticia triste... Muy triste!

La verdad es q no sé si siento pena o lástima! Es así!
Por adelantado q habló con conocimiento de causa por mi experiencia como jugador de barrio y desde el más profundo rechazo a lo q pasó. Aunque creo, seguirá pasando! Mal nos pese, esta es la realidad! Y éste, no será el último caso de violencia en un campo de fútbol!!!

Lean y juzguen q les parece, q sentimiento les provoca y, lo q es más importante, q harán ustedes...
http://deportes.elpais.com/deportes/2014/03/16/actualidad/1395003250_337471.html

La reflexión es la de siempre, ganar a cualquier precio!
No creo q sea lo más apropiado para las etapas de formación! Todo el mundo estamos de acuerdo, pero cuando es mi equipo el afectado por una decisión incorrecta del colegiado, es q me lo como!
¿Como puede ser q seamos tan incoherentes? Por un lado somos capaces de discernir entre lo correcto y lo incorrecto si somo parte imparcial y no implicados, y sin embargo, si somos parte implicada la misma acción es vista de manera distinta! Y en este caso no hablamos de diferentes puntos de vista!!! ¿No existe un sólo  reglamento?

La solución es fácil, muerto el perro se acabó la rabia! Eliminamos los árbitros y se acabó el problema ¿verdad? Total, los entrenadores estamos facultados para arbitrar partidos (así lo dicen nuestras competencias oficiales por lo q a titulación se refiere), así q pita uno de cada equipo y listo!
Aunq creo q al final aun nos pegarían los padres a nosotros mismos...

Pues nada, si la culpa es de los padres, pues jugamos a puerta cerrada ¿no? Seguiríamos la misma lógica!!! Aunq si pitan árbitros, seguirán teniendo ellos la culpa de todo... Fuera árbitros y fuera padres!
Pero claro, los errores seguirán existiendo... Entonces, de quien es la culpa? De los jugadores! Pues fuera jugadores... O de los entrenadores! Pues fuera entrenadores! O de los rivales! Pues fuera rivales...

Total, q estamos todos de acuerdo, q ésto no es fútbol!
Fútbol es ese compendio del todo! Esa mezcla de sentimiento y pasión, de pertenencia a un club y a unos colores q defenderemos, esa mezcla de cordura (pensar q voy a hacer) y locura (improvisar y tirar por el camino imposible), esa mezcla de razón y sinrazón, esa mezcla de juego directo y de ataque elaborado, esa de mezcla de padres y aficionados, de entrenadores y presidentes, de jugones y de guerreros...

Eso sí, lo cortés no quita lo valiente!
Tal vez sea momento de conjurarnos y de una vez por todas entendamos q no somos nadie los unos sin los otros! Si ponemos en la balanza lo q nos dá el perder así de esa manera la cabeza, tal vez decidamos q este no es el camino a seguir! Tenemos muchas cosas q aprender, muchas cosas q enseñar...
Empecemos por el reglamento y acabemos por el respeto a los demás!

Y mi reto es el siguiente: si alguien es capaz de justificarme y convencerme q la violencia en un terreno de juego es necesaria para cultivar la esencia de este nuestro deporte, como diría aquel, "me la tallo i em faig monja!"

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