Cuando empieza la competición, el paso de las jornadas nos hace olvidar aquello q programamos en pretemporada.
Las victorias o derrotas, el estrés de la competición, los resultados... a menudo condicionan el proceso de entrenamiento hasta el punto q la programación pasa a un plano más q secundario!
Cierto es q las propias jornadas suponen una parte importante de la programación, pero no hasta el punto de aparcar aquellas líneas maestras q marcamos con la cabeza fría...
Hay q saber poner el freno, echar un vistazo dando un paso atrás, analizando q pasa dentro y fuera del campo y buscando el porqué de todo.
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